Cita en Marte

En agosto de 2012 el planeta Marte tendrá un protagonismo especial. No será porque esté en buenas condiciones de observación (todo lo contrario, apenas se podrá discernir algún detalle con un telescopio) sino porque el lunes día 6 está previsto que llegue el robot de la misión MSL-Curiosity, que alcanzará la superficie tras una compleja operación. Si todo sale bien este robot todoterreno se posará en el cráter Gale y estudiará al menos durante un año marciano (690 días terrestres) una zona muy interesante desde el punto de vista geológico para aportar datos que nos ayuden a comprender el pasado de este planeta.



La zona de estudio fue escogida tras un congreso científico en el que se llegaron a plantear unas 60 propuestas. Se trata de un cráter de 155 km de diámetro situado a una altitud menor que la media del planeta y en el que pudieron darse procesos de sedimentación hace unos 3700 millones de años, en la época en que se piensa que pudo existir agua líquida en la superficie marciana. La información aportada por otras misiones indica además la presencia de arcillas y sulfatos que refuerzan la idea de que en una época remota el cráter Gale pudo estar cubierto de agua.

El robot lleva incorporado un sistema de navegación autónomo y puede superar obstáculos de hasta 65 cm de altura. Una serie de cámaras le permitirán estudiar su entorno en diferentes longitudes de onda e identificar el lugar de trabajo (un abanico aluvial en la pared del cráter que parece haber sido causado por la erosión hídrica). Mediante un taladro tomará muestras de rocas que luego analizará con un espectrómetro que puede detectar moléculas orgánicas y la concentración de isótopos del carbono y el oxígeno. En puntos de difícil acceso un sistema de análisis espectral mediante láser permitirá analizar la composición de rocas situadas hasta a siete metros de distancia. También lleva incorporada una estación meteorológica que realizará un registro de las condiciones climáticas mientras dure la misión. El robot y todo su instrumental estará alimentado por una pila nuclear que puede durar hasta 14 años terrestres.

La trascendencia de esta misión radica en que puede confirmar las teorías sobre el pasado geológico de Marte mediante el estudio directo de la estratigrafía y las rocas. Los datos que recopile Curiosity durante su misión (que puede prolongarse hasta una década) arrojarán luz sobre si realmente hubo un momento en el que las condiciones climáticas marcianas permitieron la existencia de agua líquida en cuyo seno pudieran desarrollarse formas simples de vida. La comprensión de los procesos que pudieron originar un cambio planetario tan drástico nos ayudará a entender mejor la historia geológica de la Tierra.

Situación del cráter Gale y los puntos de misiones anteriores

Vista en 3D del cráter Gale y la montaña de sedimentos de su centro

Área inicial de trabajo del robot Curiosity

Más información en: http://mars.jpl.nasa.gov/msl/

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