Un recorrido por el Sistema Solar sin movernos del jardín de casa

Durante las noches de la segunda mitad de esta primavera tenemos la mayor parte de los planetas sobre el horizonte y es buen momento de identificarlos en el cielo y observarlos a través del telescopio. Además no necesitamos alejarnos mucho de los pueblos porque los planetas son cuerpos bastante luminosos que no requieren un cielo muy oscuro. Los detalles que seamos capaces de distinguir dependerán del estado de la atmósfera (el "seeing") y las características de nuestro telescopio, que condicionarán el aumento máximo del que podamos disponer (para más detalles podéis consultar este artículo sobre el telescopio). 

El cielo mirando al noroeste el 25 de mayo una hora tras la puesta de Sol

Justo después de ponerse el Sol, y si disponemos de un horizonte hacia el oeste-noroeste muy despejado, podemos ver a Mercurio brillar a poca altura entre las luces del ocaso. Este pequeño planeta presenta poco atractivo al telescopio (salvo apreciar sus fases) pues la turbulencia atmosférica propia de su situación baja sobre el horizonte hace que se nos muestre una imagen muy inestable. A partir de los últimos días de mayo irá perdiendo altura y brillo para perderse detrás del Sol a mediados de junio y volver a los cielos de la mañana. 

Si levantamos la vista sobre el horizonte occidental y noroccidental apreciaremos un conjunto de astros bastante brillantes. Se trata de algunas de las estrellas que dominaban las noches invernales, como Capella, Pollux, Castor y Procyon; pero entre todos destaca por su brillo el planeta Júpiter, el mayor gigante gaseoso de nuestro Sistema Solar. Podemos hacer nuestra primera aproximación con unos prismáticos para distinguir su disco y los cuatro satélites galileanos (Ío, Europa, Ganímedes y Calisto). Con el telescopio un buen ejercicio es comenzar con pocos aumentos e ir cambiando el ocular hasta llegar al límite. Si la imagen vibra y se mueve por la turbulencia conviene mantenerse atento y esperar los momentos en los que se aprecian más detalles. Al menos dos bandas nubosas, la gran (aunque menguante) mancha roja y alguna mancha ovalada entre las bandas se nos pueden mostrar con claridad. Tamién podemos distinguir la sombra proyectada por algún satélite en tránsito. Júpiter irá acercándose en el cielo al Sol y disminuyendo su tamaño aparente conforme pasen los días, de modo que tenemos que aprovechar lo que queda de mayo y parte de junio antes de que se encuentre demasiado bajo y afectado por la turbulencia.


Fotografía de Júpiter al telescopio (M. Bustamante)

Imagen de Júpiter en la que se aprecia la sombra de Ío (M. Bustamante)

Mirando en dirección sur y levantando la vista hacia el cénit veremos un astro brillante de color rojizo: es Marte, que en estas fechas se encuentra en el mejor momento del año para ser observado (pasó por su oposición en abril). Este planeta varía enormemente su distancia a la Tierra e incluso en los momentos de más cercanía (la oposición) existe una considerable diferencia de un año a otro, lo que hace que su diámetro aparente al telescopio varíe de forma considerable. Ahora presenta un tamaño suficiente para apreciar algunos detalles en su superficie como el casquete polar y zonas más oscuras.

El cielo mirando hacia el Sur-Sureste el 25 de mayo una hora tras la puesta de Sol

Aspecto de Marte al telescopio en una oposición (Gianluca Belgrado)

Marte se encuentra en estos momentos en la constelación de Virgo y un poco más al sur podemos encontrar la estrella Spica. Si giramos la cabeza hacia el sureste veremos una llamativa estrella roja sobre el horizonte: Antares (bautizada así por rivalizar en su color con Marte-Ares), la principal de la constelación de Escorpio. Aproximadamente en la mitad del arco que une Spica y Antares está Saturno (en Libra), que junto a Júpiter es el planeta más impactante a través del telescopio. Saturno está en estos momentos en su mejor situación anual, mostrándose con el máximo brillo y tamaño aparente. Con un ocular potente podremos apreciar sin problema sus espectaculares anillos con la división de Cassini e incluso algún ligerísimo cambio de tonalidad en sus bandas nubosas. Podemos invertir horas admirando su delicada belleza sin que nos cansemos.

Saturno (gio24)

Para continuar esta ruta por nuestro sistema planetario tendremos que esperar a que avance la noche o bien levantarnos antes de amanecer. Es entonces cuando asomará por el horizonte Venus como lucero del alba, el astro más brillante del cielo después del Sol y la Luna. Venus se ve al telescopio como una pequeña "luna" en alguna de sus fases, muy blanca, brillante y sin detalles (debido a su densa atmósfera). Actualmente presenta su disco iluminado casi al 75% e irá subiendo la fracción iluminada mientras se aleja de nosotros en su órbita y disminuye su tamaño aparente.

El cielo mirando al Este antes del amanecer del 26 de mayo

Venus en fase gibosa (Geoff Scott)

Podemos finalizar nuestro recorrido con uno de los planetas menos visitados: Urano. Se encuentra en la constelación de Piscis y es visible a ojo desnudo, aunque en este caso sí necesitaremos estar en un lugar alejado de las luces de la ciudad, pues se verá como un astro bastante débil. Para encontrarlo nos podemos ayudar de las estrellas épsilon y delta de Piscis. No harán falta muchos aumentos para distinguir Urano como una pequeña cabeza de alfiler de color azul-verdoso.

Localización de Urano

Urano (M. Bustamante)

La observación de los planetas se puede realizar con instrumentos sencillos, aunque necesitaremos cierta calidad óptica si queremos ver muchos detalles. De todos modos en este tipo de observación la estabilidad de la atmósfera es fundamental, y hay que prestar especial atención a las condiciones de seeing para aprovechar al máximo la capacidad de nuestro telescopio. La gran ventaja es que podemos practicarla desde una terraza o jardín sin necesitar desplazarnos lejos de las luces urbanas.

Comentarios

  1. ¡Qué sorpresa reencontrate por la Globosfera, Máximo! No sabía que tenías un blog, lo acabo de conocer a través de la última entrada de Rafa Benavides en el suyo. Me alegra mucho, te añado a mi lista de blogs de Astronomía. Y preciosas imágenes planetarias y de galaxias, como he visto en otro post tuyo más abajo. ¡Sigue así! Saludos desde "aquí abajo".

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    1. ¡Hola Ángel! Me alegro mucho de verte por aquí y de que te guste el blog. Con Rafa me encontré de nuevo en el Congreso Estatal de Astronomía de Granada (no lo veía desde las últimas reuniones de la AAC a las que asistí, que ya ha llovido desde entonces). Estamos en contacto a través de 12.756 km de roca, magma, níquel y hierro fundido. ¡Un abrazo!

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