Antares

Recreación artística del sistema de Antares (Don Dixon)
Escorpio es la constelación antagónica de Orión tanto por su posición en el cielo -se encuentran opuestas en la esfera celeste- como por su belleza. Es una de las constelaciones más fáciles de identificar, con el mejor momento para ser observada en nuestras latitudes en las noches de verano a poca altura sobre el horizonte sur. Por su forma ha sido asociada a un escorpión en la mayoría de las culturas antiguas aunque el mito más conocido entre nosotros es el griego, donde se cuenta que Orión y Escorpio fueron dispuestos en estas posiciones para que jamás volvieran a encontrarse después de la cruenta batalla que entablaron. Además de tener en común el hecho de abarcar zonas del cielo de una gran riqueza, también comparten el tener como estrella principal una supergigante roja que está en la fase final de su vida.

Antares es una estrella que rivaliza en color rojo y brillo con Marte, lo que le valió el nombre de "anti-Ares" (antimarte). Otros nombres aluden a su posición en el lugar que correspondería al corazón del imaginario escorpión, como el de origen árabe Kalb al Akrab o el copto Kharthian. Para los persas era una de las cuatro Estrellas Reales junto a Fomalhaut (en el Pez Austral), Regulus (en Leo) y Aldebarán (en Tauro).

Su color se debe a que se trata de una estrella supergigante roja con una luminosidad aparente que varía entre 0,9 y 1,8 magnitudes de un modo irregular en periodos de casi 5 años. Se encuentra a 550 años luz de nosotros y su diámetro es 700 veces mayor que el del Sol aunque su masa es sólo unas 16 veces mayor, lo que significa que sus capas más externas presentan una densidad muy baja. Si la situáramos en el centro de nuestro Sistema Solar llegaría más allá de la órbita de Marte y del Cinturón de Asteroides, aunque en estas zonas sería tan poco densa que no se podría establecer un límite claro con el medio interestelar. Está acompañada por una estrella blanco azulada con un periodo orbital estimado en unos 2.500 años.
  
Constelación de Escorpio

Antares se encuentra en la fase final de su vida y se acerca a una muerte inexorable que podría ser de dos formas según el ritmo al que pierda su materia (que ya ha formado a su alrededor una burbuja de gas de unos cinco años luz de diámetro). Si al final expulsa la mayor parte de su masa podría morir tranquilamente como una enana blanca formando alrededor una nebulosa planetaria; pero si no se ha librado de buena parte de su materia una vez agotadas sus últimas fuentes de fusión nuclear se colapsaría y se produciría una descomunal explosión dejando como cadáver una estrella de neutrones o un agujero negro. Teniendo en cuenta su distancia esta posible supernova aparecería en nuestros cielos con el doble de brillo que la Luna llena concentrado en un punto, iluminando perfectamente la noche durante una temporada. Sería un espectáculo tan fascinante como peligroso por la cantidad de radiación que llegaría a nuestro Sistema Solar. En cualquier caso es un desenlace que no se espera hasta dentro de algún millón de años.

Antares está situada en una región del cielo muy interesante, y en sus inmediaciones se pueden observar cúmulos globulares y diversos tipos de nebulosas cuyo contraste cromático hace especialmente atractivas las tomas fotográficas.


La estrella de la parte inferior izquierda es Antares. A su derecha destaca el cúmulo globular M4 situado bastante más lejos (a 7.200 años luz). Hacia el centro de la foto -un poco por encima y a la derecha de Antares- hay otro cúmulo más lejano, NGC 6144, situado a 33.000 años luz de nuestro sistema. La estrella situada en el centro a la izquierda es 22 Scorpii, rodeada por la nebulosa IC 4605. En la parte superior -ya en la constelación de Ofiuco- está HIP 80462 y parte del complejo de nebulosas de la estrella Rho Ophiuchi (que quedaría más arriba, fuera de la foto). Parte de la nebulosidad amarillenta que se aprecia ha sido generada por la pérdida de materia de Antares y es excitada por su compañera. Las nubes azuladas son nebulosas de reflexión que se alternan con otras nubes oscuras y polvo interestelar del complejo nebuloso de Rho Ophiuchi. La fotografía  es resultado de integrar cuatro tomas de 5 minutos realizadas con un telescopio refractor apocromático  66/400 y una Canon 350D modificada (sin filtro infrarrojo).

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